EL TIEMPO ESTÁ CERCA

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Texto bíblico tomado de la Santa Biblia, Nueva Versión Internacional © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional
Traducido por Carmen Alvarez

La Iglesia Cristiana ha existido desde hace dos mil años. Mucho bien se ha logrado durante este periodo de tiempo. También se han producido algunos santos sobresalientes. Sin embargo, el testimonio en general ha sido débil. Los creyentes en su mayoría no manifiestan a Cristo en sus personalidades.

Una Era de horrores morales se aproxima. La gente Cristiana no está preparada para esta oscuridad espiritual y está buscando una escapatoria huyendo al Cielo. Pero Dios tiene una mejor idea.


Contenido

Fruto en lugar de Religión
El Tiempo está Cerca
Eventos específicos; periodos de tiempo específicos; personas específicas
Conclusión


EL TIEMPO ESTÁ CERCA

Por eso Dios los entregará al enemigo hasta que tenga su hijo la que va a ser madre, y vuelva junto al pueblo de Israel el resto de sus hermanos. (Miqueas 5:3—NVI)

La Iglesia Cristiana ha existido desde hace dos mil años. Mucho bien se ha logrado durante este periodo de tiempo. También se han producido algunos santos sobresalientes. Sin embargo, el testimonio en general ha sido débil. Los creyentes en su mayoría no manifiestan a Cristo en sus personalidades.

Conforme estamos empezando un nuevo milenio se puede observar a mucha gente aceptando a Cristo como su Salvador, pero el testimonio moral, por lo menos en Norteamérica, no es fuerte y claro. Existe frecuentemente una actitud cínica hacia el ministerio Cristiano. Se cree que las iglesias consisten de hipócritas o que no tienen relevancia en lo que se refiere a las necesidades de la sociedad contemporánea.

Una Era de horrores morales se aproxima. La gente Cristiana no está preparada para esta oscuridad espiritual y está buscando una escapatoria huyendo al Cielo. Pero Dios tiene una mejor idea.

Fruto en lugar de Religión

El énfasis del Nuevo Testamento se encuentra en producir el fruto del Espíritu, en convertirnos en una nueva creación, en ser transformados a la imagen moral de Cristo. Nosotros hemos cambiado la meta de volvernos una nueva generación a la de adquirir la residencia eterna en el Cielo –un cambio de medio ambiente que tiene muy poco, o nada, que ver con la transformación moral personal. Hemos creado una religión muy alejada de la salvación Divina.

No estamos obligándonos a lograr la justicia y la rectitud de conducta, ni tampoco una actitud de misericordia, ni a querer andar humildemente con Dios. Nosotros queremos escapar del Infierno e ir al Cielo de la manera más rápida y barata. No existe amor a Dios en esto, sólo amor a uno mismo.

Nosotros no tenemos éxito debido a que nos hemos alejado de la Palabra escrita; nuestros caminos no están prosperando.

Debido a que hemos estado ignorando lo que el Nuevo Testamento declara con respecto a la creación nueva, y a que nos hemos concentrado en darle a la gente su boleto al Cielo, los creyentes no están creciendo en Cristo. No están logrando la plenitud en la estatura de Cristo. Por consecuencia, el testimonio ha sido destruido. Además, los creyentes no están preparados para los variados deberes y papeles que hay que desempeñar en el Reino de Dios, comenzando con el descenso de Cristo y Su ejército para instalar el Reino de Dios sobre la tierra.

Durante dos mil años el fruto que Dios ha estado buscando ha estado ausente. Esto se debe a que hemos cambiado la salvación Divina a un sistema religioso.

Un sistema religioso, ya sea Judío, Católico, Protestante, o Musulmán, es un asesino de Dios. Los sistemas religiosos están descritos en el Libro de Apocalipsis como sigue:

En la frente llevaba escrito un nombre misterioso: LA GRAN BABILONIA MADRE DE LAS PROSTITUTAS Y DE LAS ABOMINABLES IDOLATRÍAS DE LA TIERRA. (Apocalipsis 17:5—NVI)

Babilonia siempre asesina a los apóstoles y profetas de Dios. Jesús mencionó que los Judíos siempre asesinan a sus profetas. Finalmente asesinaron a Cristo. Sin embargo, no fue la gente común ni fueron los Romanos los que asesinaron a Cristo, sino que fue el sistema religioso.

¿A cuántas personas ha asesinado la Iglesia Católica a través de los siglos? Y creen que pertenecen a Cristo cuando lo están haciendo.

En cuanto a los Protestantes: Alemania está llena de gente Luterana. Estos mismos Luteranos trataron de aniquilar la raza Judía. ¿Y estos son Cristianos? ¿Acaso estos que están asesinando al pueblo escogido del Señor son representantes del Señor Jesucristo?

Hay mucha gente Musulmana maravillosa, seres humanos bondadosos, generosos y gentiles. Pero su sistema religioso asesina a la gente que ellos consideran infiel.

Existe muy poca relación entre la membresía en una iglesia Cristiana y la salvación Divina.

Ni el Judaísmo ni el Cristianismo fueron diseñados para ser una religión. Ambos son manifestaciones del Dios del Cielo. Dios crea la salvación. El hombre crea la religión.

La religión Cristiana pone énfasis en aceptar a Cristo para poder ir al Cielo. La religión Musulmana, según entiendo, a veces enfatiza el asesinar a los infieles para lograr entrar al Cielo. Desconozco como los Judíos llegan al Cielo porque no hay este énfasis de ir al Cielo en el Antiguo Testamento.

De una cosa sí estoy seguro: el Nuevo Testamento no enfatiza ir al Cielo. El énfasis se encuentra en dar fruto, el fruto que es la imagen moral de Jesucristo: conducta justa, personalidad santa y obediencia estricta a Dios. Esto es lo que Dios está buscando y que generalmente no encuentra. Él no lo encuentra porque el Nuevo Testamento no está siendo predicado. Lo que sí está siendo predicado son nuestras tradiciones sobre mansiones en el Cielo.

Si no portamos el fruto de parecernos a Cristo, estamos en peligro bíblico de ser cortados de la Vid, de Cristo. Si el árbol no da fruto el Granjero lo sacará del huerto. Sin el fruto del Espíritu no hay salvación, no hay vida eterna, no hay Reino de Dios.

Todas nuestras actividades religiosas no sirven para nada si no nos volvemos una nueva creación moral en Cristo, una nueva creación que está siendo manifestada en nuestros pensamientos, en nuestras palabras, y en nuestra conducta.

La historia hace constar que los dos mil años de la Era Cristiana se han dado en forma de religión, y no de personas transformadas que revelan a Cristo en sus personalidades. Han existido, como sabemos, notables excepciones a esto.

Hoy en día se hace hincapié en el “crecimiento de la iglesia”. Por “crecimiento de la iglesia” queremos decir en el número de asistentes o el número que “hace una profesión de fe en Cristo.”

Deberíamos estar enfatizando el crecimiento de Cristo en la gente. Tomamos por hecho que una vez que la gente ha hecho una profesión de fe en Cristo que ésta crecerá. Pero generalmente no es así. No crecen porque no enfatizamos el crecimiento. En muchos casos ni siquiera sabemos lo que es crecimiento. La intención se queda en más gente, más gente, más gente.

Si toda la gente de la tierra “aceptara a Cristo” y se fuera al Cielo, esto no resolvería el problema de Dios (ni tampoco resolvería el nuestro, aunque no nos damos cuenta de ello). El problema de Dios es que la gente no es justa, santa y obediente a Dios.

El problema de Dios sólo se resuelve cuando un individuo se abandona a sí mismo al Espíritu Santo y comienza a servir a Dios con un corazón puro. Yo sé que ningún Cristiano verdadero estaría en desacuerdo con esto. Pero una alocada urgencia por tener más miembros continúa, y por lo tanto las iglesias están llenas de bebés espirituales.

Si los pastores se propusieran decirle a sus congregaciones que ninguna persona puede ser Cristiana hasta que se niegue a sí misma, tome su cruz, y se proponga seguir a Jesús; que ninguna persona puede ser Cristiana hasta que presente su cuerpo como sacrificio vivo; y que luego los pastores mostraran por su actitud y conducta que están hablando en serio; el resultado sería un éxodo masivo de “creyentes” de las asambleas. No sé del resto del mundo, pero yo creo que esto es lo que sucedería en Norteamérica.

¿Qué hay de tu iglesia? ¿Te están diciendo que si el fruto del Espíritu no está mostrándose en tu vida que entonces no estás siendo salvo? ¿Que no estás entrando a la vida eterna? ¿Que no vas a heredar el Reino de Dios? ¿Que cosecharás corrupción en el día de la resurrección? ¿Te están diciendo esto? Pues, esto es exactamente lo que enseña la Biblia.

Por dos mil años, con notables excepciones, la Gloria de Cristo no ha sido manifestada en el pueblo del Señor, y no está siendo manifestada el día de hoy tampoco. Los creyentes están siendo enseñados que pueden tener todo lo que quieran teniendo fe y que están a punto de ser llevados en su carnalidad al Cielo para que no tengan que enfrentar sufrimiento. ¡Qué monstruosa distorsión de la salvación Divina!

Pero algo mejor está en camino.

Es aparente que estamos entrando en una Era de horrores morales. La adoración de Satanás y la canalización de ángeles caídos están incrementando. El ambiente espiritual está densamente poblado por demonios. La opresión espiritual es evidente por las dificultades alrededor del mundo –guerras y rumores de guerras.

La gente Cristiana no tiene suficiente de Dios para tener victoria en medio de tal oscuridad espiritual. El Señor tiene para nosotros una mayor experiencia en Sí mismo, más de Cristo, que nos permitirá ser más que vencedores a pesar de todo lo que se aproxima. Sólo aceptar a Cristo no es suficiente. Ser llenos del Espíritu y hablar en lenguas no es suficiente. La Biblia nos enseña que más gracia está en camino.

El Señor está ante la puerta de cada personalidad Cristiana. Nosotros debemos permitirle que entre a nosotros, que cene con nosotros, y que establezca Su Trono en nosotros. Sólo entonces podremos soportar la hora de oscuridad que está cerca.

Si recuerdas, el trigo y la mala hierba deberán llegar a la madurez juntos. Esto significa que la justicia aumentará grandemente y que la maldad aumentará grandemente.

Dejen que crezcan juntos hasta la cosecha. Entonces les diré a los segadores: Recojan primero la mala hierba, y átenla en manojos para quemarla; después recojan el trigo y guárdenlo en mi granero. (Mateo 13:30—NVI)

Los justos recibirán mucho más de Cristo. Los malvados recibirán mucho más de Satanás. En los días que se aproximan Dios y Satanás se enfrentarán en la confrontación definitiva.

Debido a la enormidad de esta confrontación, nuestros sistemas religiosos babilónicos no servirán de nada. De hecho, nos estorbarán.

En los días que se aproximan, a la hora que Dios tiene prevista, el Espíritu y la Esposa saldrán de los sistemas religiosos. El remanente santo, junto con los Judíos elegidos, será obligado a retirarse a las áreas desérticas de la tierra.

Las iglesias Cristianas continuarán con sus actividades, himnos y programas tradicionales sin darse cuenta de que el Espíritu se ha retirado. El Anticristo subsidiará a las iglesias al extremo de que pensarán que son ricas y que no necesitan de nada.

Muchas iglesias hoy en día están bajo un engaño, carecen del Espíritu. Sin embargo, continúan con sus programas. Así sucederá en los días del Anticristo.

Finalmente, el Anticristo invadirá la tierra de Israel y se establecerá a sí mismo entre las alas del querubín en un templo reconstruido. Esta acción causará que comience la gran tribulación. Entonces los Judíos elegidos deberán huir al desierto donde serán protegidos por el Señor Jesucristo y Su remanente de santos, cumpliendo así el prototipo de José y su familia durante la época de hambre.

Luego las naciones seculares quemarán los sistemas religiosos con fuego. Babilonia será destruida.

Debido a la habilidad del Anticristo de penetrar los cielos espirituales ya no será posible para los Cristianos babilónicos, por así decirlo, orar. Ya no será posible recibir a Cristo y al Espíritu Santo en las ciudades principales de la tierra. El Anticristo tendrá control sobre el reino espiritual.

Sólo en el desierto, en el remanente, habrá salvación.

Y todo el que invoque el nombre del SEÑOR escapará con vida, porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá escapatoria, como lo ha dicho el SEÑOR. Y entre los sobrevivientes estarán los llamados del SEÑOR. (Joel 2:32—NVI)

Estos horrores están justo adelante de nosotros. Se presentarán inmediatamente después de la cosecha de avivamiento mundial que está comenzando desde ahora.

Mientras tanto, tú y yo debemos abrir nuestros corazones al Señor Jesús para que él pueda entrar a nosotros para volvernos creaciones morales nuevas que muestren el fruto del Espíritu.

Si continuamos como siempre en las rutinas de la iglesia, sin hacer un intento desesperado de avanzar hacia Cristo, esto equivaldría a prepara para nosotros un futuro sumamente terrible.

El Señor Jesucristo está listo ahora mismo para ir todo el trayecto contigo. ¿Estás tú dispuesto a ir todo el trayecto con Él?

¡El Tiempo está Cerca!

Según mi punto de vista estamos en un periodo de avance en el Reino de Dios, de mayor dispensa de gracia Divina de la que hemos experimentado anteriormente.

Si consideramos lo que está registrado en la Biblia podemos observar eventos específicos que sucedieron con personas específicas en tiempos específicos. No importa cuanto deseemos haber podido estar ahí para participar en ese evento, eso ya estaba limitado a una población escogida.

Si no me equivoco está por llegar una manifestación de Cristo en y con Su pueblo que no ha ocurrido previamente.

El avivamiento de la lluvia tardía, que se encuentra sobre nosotros aun ahora, crecerá hasta que muchas –quizá la mayoría– de las personas de la tierra hagan una profesión de fe en Jesucristo. Este avivamiento de cosecha será el derramamiento del Espíritu de Dios sobre los creyentes, como ha sido verdad de avivamientos en el pasado, así que quizá den testimonio de Cristo a las multitudes de la tierra.

Además del avivamiento de la lluvia tardía habrá la emisión de poder Divino del interior de los santos. Esta manifestación de Cristo, que está siendo formada en nosotros ahora, quizá ocurra justamente antes y en conjunción con la aparición de Cristo. Esta es la manifestación de los hijos de Dios. El Señor Jesús descenderá con Sus santos, liberará a la creación de las ataduras de la maldad, e instalará el Reino de Dios sobre la tierra.

La venida del Señor con Sus santos victoriosos vencerá las fuerzas del Infierno sobre la tierra.

Quizá Audrey y yo tengamos el privilegio de participar en este derramamiento de gracia Divina sin precedente. Quizá no debido a la edad que tenemos ahorita. Pero continuaremos echando las bases de la Palabra y de la fe tanto como podamos para que cuando sí aparezca la generación que Dios ha asignado para esta masiva expresión de Cristo en Su pueblo haya un antecedente de fe y enseñanza listo para ellos.

Que se escriba esto para las generaciones futuras, y que el pueblo que será creado alabe al SEÑOR. (Salmo 102:18—NVI)

Eventos específicos; periodos de tiempo específicos; personas específicas

¿Cómo te hubiera gustado haber sido uno de los ancianos que subieron la montaña con Moisés y que vieron al Dios de Israel?

Esta experiencia fue limitada para unos cuantos escogidos.

¿Qué hay de haber estado en la casa de María y Martha cuando Jesús estuvo ahí?

A mí me hubiera gustado haber escuchado al Apóstol Pablo enseñar. ¿A ti no?

Los nombres de los Apóstoles del Cordero están por siempre escritos en los cimientos de la muralla de la nueva Jerusalén, y los nombres de los doce hijos de Jacob están por siempre escritos sobre las puertas de la nueva Jerusalén.

¿Cómo te hubiera gustado estar con Pedro, Santiago y Juan en el Monte de la Transfiguración?

¿Qué tal si tú hubieras sido uno de los encargados de escribir las sagradas Escrituras?

Con esto podemos observar que en el Reino de Dios hay eventos específicos que suceden en periodos de tiempo específicos y que incluyen personas específicas. Esos eventos nunca serán repetidos. Esos que fueron elegidos para participar siempre serán los únicos bendecidos de esa manera.

Yo creo que esto será verdad cuando Cristo repentinamente llegue a la madurez en Su pueblo en los días justamente antes de Su regreso en las nubes de gloria. A mí me gustaría estar entre los que serán llenos con Dios de esta manera. Quizá no, pero yo puedo hacer todo lo posible para proveer la enseñanza que tales guerreros necesitarán si quieren volverse fuertes en el Señor.

Hay un papel que desempeñar para ti también.

Ahora consideremos algunos de los versículos que señalan hacia un tiempo específico en que Dios se moverá de manera sin precedente sobre la tierra.

Por eso Dios los entregará al enemigo hasta que tenga su hijo la que va a ser madre, y vuelva junto al pueblo de Israel el resto de sus hermanos. (Miqueas 5:3—NVI)

¿Puedes ver en el versículo anterior que habrá un tiempo en el que la “madre” tendrá a su hijo –un evento específico que ocurrirá en un momento específico y con personas específicas?

Según lo que yo entiendo, el significado del versículo es que justo antes del regreso del Señor, la Iglesia tendrá dolores de parto por medio de los ministerios y Cristo llegará a la plena estatura en Su pueblo. Cuando esto suceda los hermanos de Cristo se volverán una sola vara en la mano de Dios junto con los Judíos elegidos. Entonces el Señor regresará:

Observa:

Queridos hijos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto hasta que Cristo sea formado en ustedes, (Gálatas 4:19—NVI)

Los santos de Galacia eran salvos y estaban llenos del Espíritu Santo, según el texto del Libro de Gálatas. Pero como estaban dispuestos a regresar a las enseñanzas del Judaísmo esto le mostraba a Pablo que, aunque los creyentes Gálatas eran parte de la religión Cristiana, no tenían suficiente de Cristo formado en ellos para protegerlos de las enseñanzas de otra religión.

Unos versículos que disfruto son los siguientes:

Una voz resuena desde la ciudad, una voz surge del templo: Es la voz del SEÑOR que da a sus enemigos su merecido. “Antes de estar con dolores de parto, Jerusalén tuvo un hijo; antes que le llegaran los dolores, dio a luz un varón. ¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto jamás cosa igual? ¿Puede una nación nacer en un solo día? ¿Se da a luz un pueblo en un momento? Sin embargo, Sión dio a luz sus hijos cuando apenas comenzaban sus dolores. ¿Podría yo abrir la matriz, y no provocar el parto?—dice el SEÑOR—. ¿O cerraría yo el seno materno, siendo que yo hago dar a luz?—dice tu Dios—. (Isaías 66:6-9—NVI)

El “templo” es el Cuerpo de Cristo. El Señor atacará a Sus enemigos desde el interior de Su Iglesia. Esto ya está sucediendo a una escala menor conforme Cristo está llegando a nosotros por medio del Espíritu Santo y requiriéndonos que nos confesemos y alejemos de nuestros pecados.

“Antes de estar con dolores de parto, dio a luz” quiere decir que el Señor Jesucristo nació aparte de cualquier dolor de parto por parte de la Iglesia.

Pero hoy en día la Iglesia está comenzando con dolores de parto del Espíritu para que Cristo pueda ser formado en los miembros del Cuerpo de Cristo.

El real sacerdocio de Dios, la nación santa, nacerá repentinamente en los últimos días, en la hora que se aproxima. Cuando eso suceda, todas las esperanzas que tenemos en cuanto al glorioso testimonio se materializarán aquí sobre la tierra.

El Señor Dios hará lo que le corresponde hasta el punto de dar a luz, y luego Cristo será manifestado en Su pueblo. Esto marcará el principio del final del control de Satanás sobre la tierra. Una multitud de personas de la tierra vendrá a la gloria de Cristo que estará surgiendo de los Cristianos.

Los dolores de parto y el dar a luz que fueron anunciados en Miqueas e Isaías son repetidos en el Libro del Apocalipsis.

Apareció en el cielo una señal maravillosa: una mujer revestida del sol, con la luna debajo de sus pies y con una corona de doce estrellas en la cabeza. Estaba encinta y gritaba por los dolores y angustias del parto. (Apocalipsis 12:1,2—NVI)

Según mi entendimiento, la mujer es la Iglesia. El sol es Jesucristo. La luna es el reino creado. La corona de doce estrellas representa los patriarcas, profetas y apóstoles sobresalientes de la Iglesia.

Yo creo que los dolores de parto para dar a luz a Cristo están comenzando ahora en algunas asambleas.

Y apareció en el cielo otra señal: un enorme dragón de color rojo encendido que tenía siete cabezas y diez cuernos, y una diadema en cada cabeza. Con la cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y las arrojó sobre la tierra. Cuando la mujer estaba a punto de dar a luz, el dragón se plantó delante de ella para devorar a su hijo tan pronto como naciera. (Apocalipsis 12:3,4—NVI)

Las estrellas que fueron arrojadas a la tierra quizá se refieran a los ángeles que siguieron a Satanás en la gran rebelión. Sin embargo, no tiene mucho sentido que Satanás arrojara miembros de su propio ejército hacia la tierra. Quizá esto se esté refiriendo al pueblo del Señor que tiene pecado y rebelión dentro de sí, lo cual le da a Satanás dominio sobre él.

Por la rebeldía de nuestro pueblo, su ejército echó por tierra la verdad y quitó el sacrificio diario. En fin, ese cuerno hizo y deshizo. (Daniel 8:12—NVI)

En nuestros días hemos visto a notables ministros que en algún momento por su fe habían sido crucificados y resucitados con el Señor a la derecha de Dios y que ahora se encuentran echados sobre la tierra debido a su inmoralidad y codicia. Quizá el versículo anterior quiera decir que en los últimos días Satanás podrá alcanzar el cielo mismo y echar abajo a quienes no se han rendido completamente al Señor.

Satanás se encuentra ante la Iglesia. Satanás no está preocupado por los programas religiosos de las iglesias. Su temor es que Cristo nazca en los Cristianos. Satanás hará lo posible en su poder para hacer que el pueblo de Dios siga involucrado en sus prácticas religiosas—cualquier cosa con tal de mantenerlos alejados de enfocarse en que Cristo crezca en ellos.

Ella dio a luz un hijo varón que gobernará a todas las naciones con puño de hierro. Pero su hijo fue arrebatado y llevado hasta Dios, que está en su trono. (Apocalipsis 12:5—NVI)

El Soberano de las naciones está siendo formado en nosotros. En cuanto nosotros tengamos dolores de parto y Cristo sea formado en nosotros, Él será llevado al Trono de Dios. Él no aparecerá en Su pueblo hasta justo antes de Su aparición en las nubes.

Podemos observar esto en el siguiente versículo:

Se oscurecerán el sol y la luna; dejarán de brillar las estrellas. Rugirá el SEÑOR desde Sión, tronará su voz desde Jerusalén, y la tierra y el cielo temblarán. Pero el SEÑOR será un refugio para su pueblo, una fortaleza para los israelitas. (Joel 3:15,16—NVI)

El oscurecimiento del sol, la luna y las estrellas se asemeja a cuando se ponen tiernas las ramas y brotan las hojas de la higuera que Jesús mencionó. Estas son las maravillosas señales que nos dirán que la venida del Señor sucederá dentro de una generación.

Será en este tiempo, el tiempo en que el mundo estará clamando “paz y seguridad”, cuando el Señor rugirá desde Sión y tronará Su voz desde Jerusalén. Estos poderosos acontecimientos marcarán el final de la Era de la Iglesia y el comienzo de la Era del Reinado de los mil años. Los testigos de Cristo de todas las épocas resucitarán de entre los muertos y el terror caerá sobre los espectadores.

La generación especial que hemos mencionado, la cual estará viva cuando el Señor regrese, nunca experimentará la muerte física. Cristo entrará en ellos con tal poder justo antes de Su aparición, y luego cuando aparezca, que los confines de la tierra se volverán la Gloria manifestada en ellos. Esta repentina manifestación del Señor del Ejército a través de Su pueblo sucederá cuando una opresión y oscuridad espiritual cubra la tierra.

¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! Mira, las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos. Pero la aurora del Señor brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará su gloria! Las naciones serán guiadas por tu luz, y los reyes, por tu amanecer esplendoroso. (Isaías 60:1-3—NVI)

¡Sólo piensa en las maravillas que esperan a los que se dan a sí mismos totalmente al Señor Jesús!

Conclusión

Por lo tanto, comprendemos que el clímax de las Eras está sobre nosotros. Nuestro Dios es un Dios de preparación. Él nos está diciendo ahora—hoy mismo—que debemos comenzar a entrar a Su tabernáculo, a morar en Su Presencia. Dentro de pronto será demasiado tarde.

Ahora mismo el Señor está tocando a la puerta de la personalidad de cada creyente. Es el Señor de los Ejércitos el que está tocando, el Señor fuerte y poderoso en la batalla. Él está listo ahora para declarar la guerra contra Sus enemigos, comenzando con Sus enemigos que residen en Su propio pueblo.

Esta es la hora para buscar a Dios como nunca antes. Conforme lo hacemos el Espíritu nos revela la mundanería, la lujuria y la voluntad propia que están en nosotros. Toda la oscuridad espiritual que está en nosotros debe ser confesada conforme el Espíritu nos revela nuestros diversos pecados. Debemos confesar, denunciar, renunciar y determinantemente alejarnos de toda muerte que esté en nosotros conforme ésta es llevada a nuestra atención.

En nuestra personalidad no debemos mostrarle misericordia al enemigo. Éste debe ser totalmente destruido, sin que quede un solo pelo, una sola garra. La destrucción del enemigo debe ser total, completa, definitiva. Sólo entonces podremos participar de la manifestación majestuosa de Cristo en Su Iglesia que está cerca.

La plena madurez de la justicia y la plena madurez de la maldad serán increíblemente impresionantes. Dios está listo para atar toda maldad y echarla al fuego. Pero debido a que hay tanta maldad en Su propio pueblo Sus manos están atadas.

Ahora es el momento para que todo lo ofensivo para Dios sea quitado de Su Reino. Si estamos dispuestos y si somos obedientes, Satanás será alejado de nosotros y brillaremos en la justicia forjada en nosotros por Cristo.

Pero si no cooperamos con el Espíritu Santo en la hora actual, entonces nosotros mismos seremos echados del Reino. No importará que hayamos hecho una profesión de fe en Cristo. Si no obedecemos al Espíritu de Dios en la hora actual, ¡seremos echados del Reino de Dios! ¡No habrá ningún tipo de pecado en el Reino de Dios!

La fiesta de los Tabernáculos sigue a la fiesta de Pentecostés. Ya hemos estado en Pentecostés durante el siglo veinte. Ahora Dios tiene una nueva gran dispensa de gracia lista para nosotros en la hora malvada actual. Es el cumplimiento espiritual de la fiesta de los Tabernáculos.

Dos aspectos de la redención sucederán en nosotros conforme avanzamos más allá de Pentecostés hasta la fiesta de los Tabernáculos. Primero, Cristo será formado en nosotros. Después, el Padre y el Hijo entrarán a aquello que ha sido formado en nosotros. Ahora nosotros nos habremos convertido en el Trono de Dios y del Cordero. Ahora podremos triunfar sobre toda maldad porque la Presencia de Dios en nosotros logrará vencer la maldad que llega por medio de Satanás.

Si miras a tu alrededor notarás que la oscuridad moral está aumentando. Parece ser que la gente se está volviendo cada vez más malvada. Haremos bien si ponemos atención a lo que está ocurriendo y vamos a Jesús para averiguar lo que Él está diciendo.

Cuando vayas a Jesús Él te dirá que busques Su rostro constantemente para que puedas ser purificado del pecado; para que puedas tenerlo a Él creado en ti; para que puedas volverte la morada del Padre y del Hijo. Esta es la experiencia de “tabernáculos”.

La salvación y Pentecostés nos han traído hasta donde estamos ahora. Estas experiencias han sido suficientes para el presente, pero no serán suficientes en el futuro. Debemos definitivamente lograr mucho más de Dios si queremos sobrevivir y ayudar a otros a sobrevivir.

Dios no va a quitar a Su Iglesia del campo de batalla. ¿Cómo ayudaría nuestra evacuación a la gente de la tierra que está gimiendo en sus cadenas espirituales?

Más bien, Dios nos va a llenar de Su Presencia para que el mayor testimonio de todos los tiempos pueda brillar. Entonces, las naciones irán hacia la Gloria de Cristo en Sus santos.

Esto es lo que tú y yo deseamos—que el Cristo que servimos sea exaltado en la tierra. ¡Ánimo! Esto es precisamente lo que Dios va a hacer, y tú puedes ser un participante si esto es lo que deseas de todo corazón.

Jesús a guardado el mejor vino hasta ahora.

¡Aleluya!

(“El Tiempo Está Cerca”, 4085-1)

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